CABECERA

função

miércoles, 4 de abril de 2012

ALMA DE ESCRITOR



Esta mañana, mientras me ponían la medicación en el hospital de día, -que así se llama el lugar donde te ponen nuestros, medicamentos-, pensaba…
En la cantidad de personas que estoy conociendo en extrañas circunstancias, y digo extraña, aunque en realidad no lo son. Lo cierto es que, “siempre supe que existía un mundo así” sin embargo no puedes entenderlo, hasta que no perteneces a él.
Miro a esas gentes, las observo, las estudios… Algunos con signos visibles y evidentes propios de nuestra enfermedad, faltos de pigmentación, pérdida del cabello, gentes con pelucas, marcadas ojeras, etc. La estancia dura varias horas, veo cómo comen descuidados, cómo miran, algunos asustados, otros resignados, y a veces, a veces animados comentando sus vivencias, explicando sus efectos secundarios, su día a día, sus planes de futuro. La mayoría experimentan todas esas sensaciones en una misma sesión en el corto lapso que nos une cada breve periodo de tiempo. Y así, conectados por vía intravenosa a una bomba electrónica que inyecta nuestro nexo conjurando nuestras vidas, en ellos, me veo a mí formando parte de ese mundo del que oí hablar y sin embargo pensaba que era, “otro mundo” en cual sólo vivían aquellos de quienes se habla casi susurrando y, en ocasiones, recordando escenas del pasado que no agradan recordar, aunque en este mundo nuestro ya se sabe, cualquier tiempo pasado fue peor. Ahí estoy yo, sentado en mi sillón de mi hospital de día como si estuviese en el sillón de mi casa contemplando a mis nuevos amigos, observándome en ellos, mirando los dígitos de mi bomba electrónica, escrutando el mágico y a la vez fatídico liquido componente de las bolsitas que cuelgan de la percha goteando hacia mis venas, mirando a mi enfermera… Y en mis paseos permitidos en la sala de de la galera, que no son otros sino al baño, me miro al espejo y veo, a ese hombre que no reconozco, blanca la piel de mi tez, carente de vello… Pero no me siento diferente a ti, ni mejor ni peor sino diferente, igual que antes, únicamente, he conocido a nuevos amigos...


Autor: Rafael Sanchez Sanchez.


Este breve fragmento de una de las obras de Rafael Sanchez, que quedó inacabada, por que, muy poco tiempo después su enfermedad segó su vida, hace alusión a las vivencias de las personas que siguen por prescripción facultativa un tratamiento contra el cáncer.


El motivo que inspira a una persona a escribir sobre este tema, dadas sus circunstancias, no puede ser otro, que el de poseer un alma de escritor. El intentar compartir los sentimientos y experiencias con los demás, cualquiera que sean las circunstancias, a través, de la escritura, es digno de elogio, por eso desde aquí, quiero rendir homenaje a Rafael Sanchez y a todos los escritores, a todas las personas que se ponen delante de un teclado, un papel o cualquier otro medio de escritura, sea del estilo que sea, y a todos los que con interés leemos todo lo que cae en nuestras manos. 


Sirva esto de despedida oficial a un alma de escritor que ya no esta con nosotros. Hoy me he salido de mi linea habitual, para dedicarte este breve momento. Para decirte que los que nos quedamos a este lado del umbral entre la vida y el mas allá, no te podremos olvidar.


Descansa en paz, Rafael Sanchez Sanchez. Descansa en paz y tranquilo mi querido hermano.

5 comentarios:

  1. ERA MI HERMANO, UN GRAN ESCRITOR,UNA GRAN PERSONA, UN GRAN LUCHADOR QUE AUNQUE NO PUDO CON EL MALDITO CANCER QUE VINO A POR EL SIN DEJARLE TREGUA,LE PLANTÓ CARA HASTA EL FINAL,DEJANDO SU VIDA A MEDIAS,LLENANDO DE DOLOR NUESTRO DIA A DIA,Y ALMACENANDO SUS RECUERDOS EN NUESTRA MENTE PARA SIEMPRE.

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    1. Un abrazo a todos mis hermanos, nunca te olvidaremos.....

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  2. Este escritor era mi marido, el hombre qué más he querido, el amor de mi vida,la persona más especial, fuerte y luchadora que he conocido....Escribió cosas preciosas algunas basadas en su vida, qué fue bastante difícil, otras creadas por él, porqué tenía una mente maravillosa. Algún día podremos disfrutar de algunas de sus obras.
    Te quiero

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